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Posts Tagged ‘Finlandia’

Mapa de Laponia Laponia es una región de Finlandia de unos 100.000 km2, que habitan 200.000 personas de los que tan sólo 5.000 son lapones, que conservan una cultura y lengua propias. Sin embargo, lo que popularmente se conoce como Laponia es el norte de Europa, más concretamente el área que va desde el norte de Noruega hasta la península de Kola (Rusia), cuya población indígena son los lapones o sami.

No existen estadísticas oficiales sobre el pueblo lapón. Se estiman en aproximadamente 35.000 individuos, de los que unos 20.000 habitan en Noruega y unos 10.000 en Suecia, viviendo el resto en Finlandia (unos 7.000) y Rusia (sobre 2.000).

Los lapones son tradicionalmente nómadas y se dedican a la caza, al pastoreo y a la pesca, aunque en las últimas décadas se ha llevado a cabo una política de sedentarización por parte de diversos gobiernos, unida al desarrollo del turismo y a la llegada de la vida urbana y del progreso tecnológico, que ha motivado una pérdida de su vida nómada y de parte de sus costumbres: por ejemplo, han abandonado parte de las creencias animistas e idólatras. No han perdido, sin embargo, su fuerte sentido de la colectividad.

En las regiones más septentrionales siguen practicando el nomadismo, pues practican el pastoreo trashumante de los renos, ligado a las estaciones.

Tradicionalmente viviían en tiendas de piel de reno (kota).

A los lapones se les conoce también con el apelativo de saami o sami, que es el nombre de su lengua. Hay 10 variantes del idioma sami, que se habla desde Noruega hasta Rusia. Dependiendo del país en el que vivan, los sami hablan también finlandés, noruego, sueco o ruso. El idioma sami tiene unas 400 palabras para ‘Reno’, y una palabra del lenguage sami se ha extendido por todo el mundo: la ‘Tundra’.

Historia de los lapones

En Laponia, hay señales de ciertos asentamientos Sami que datan de la Edad de Hielo, hace 9.600 años. El escritor romano Tácito los llamó fenni, en el siglo II.

Durante la Edad Media los vikingos empujaron a los sami hacia el norte del círculo ártico. En el Siglo XV, permanecían sometidos a los pueblos vecinos, principalmente el Reino de Dinamarca. Su territorio fue repartido en sucesivos tratados entre los países que les gobernaron: Tratados de Täyssinä (1595) y Knäred (1613), Suecia, Dinamarca y Rusia, se reparten el territorio.

Desde el siglo XVII los reinos de Noruega y de Suecia intentaron asimilar a los sami convirtiéndolos al cristianismo y prohibiendo su idioma.

En el Siglo XVIII, la colonización sueca se intensifica. En 1751 se reajustan las fronteras en Finmark (actual frontera entre Finlandia y Noruega) entre Suecia y Dinamarca, lo que obligó a los sami a tener que adaptarse a la cultura del país en el que tuvieron que asentarse. En 1809 se produciría un nuevo reajuste de fronteras entre Rusia y Finlandia.

En 1902 se construyó el ferrocarril a Narvik.

Tras la Segunda Guerra Mundial Laponia fue devastada, y empezaron a explotarse nuevos yacimientos mineros de cobre y níquel. A finales de los años 1960, se instalan algunas industrias (químicas, papeleras) y centrales nucleares (Imandra, en la URSS).

La identidad Sami fue reconocida por la creación de foros particulares de representación parlamentaria, más como órgano consultivo que legislativo en Noruega (1989), Suecia (1993) y Finlandia (1996). Con anterioridad, el Consejo Sami, una organización internacional no gubernamental con miembros de asociaciones sami de Finlandia, Noruega, Rusia y Suecia fue establecido en 1956.

En los últimos años se están restituyendo los derechos de los sami y reconociendo su legitimidad como habitantes autóctonos de Laponia. En los años setenta, el rey noruego pidió perdón públicamente por la opresión infringida por el estado históricamente a la comunidad sami, como en el discurso que el rey Harald V pronunció durante la inauguración oficial del Sámediggi (Parlamento sami):

“El estado de Noruega se fundó en el territorio de dos pueblos, el sami y el noruego. La historia sami está íntimamente ligada a la historia noruega. Actualmente, queremos expresar que los noruegos reconocen su pesar en nombre del Estado por la injusticia cometida contra el pueblo sami por la dura política llevada a cabo para la “norueganización”.

Los sami gozan hoy en día de reconocimiento oficial y su idioma y cultura se enseñan en varias universidades escandinavas.

El día nacional y la bandera sami

Desde 2004, el Día Nacional Sami es celebrado cada 6 de febrero en Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, y sirve como símbolo para una nación sami unida a través de las fronteras nacionales. La fecha conmemora el primer congreso sami, que tuvo lugar el 6 de febrero de 1917, en el que se sentaron las bases para el desarrollo de la actual cooperación entre naciones y a través de las fronteras.

La bandera sami fue inaugurada en 1986 por el Consejo sami. Desde 2003 la legislación permite que la bandera sami pueda ondear en los edificios públicos de Noruega, lo que sucedió por primera vez, precisamente el Día Nacional Sami de 2003. Desde entonces, la bandera aparece en los ayuntamientos cada 6 de febrero como símbolo del papel de la cultura sami en Noruega. La bandera ondea también en el Storting (Parlamento noruego).

Lapones o samis

Lapón es una palabra originaria de Suecia y Finlandia (lapp). Allí también significa ropa de mendigo; o inculto y tonto, además de otros significados como periférico. Este nombre nunca se ha usado en el idioma sami, ellos siempre se han referido a ellos mismos como Sámit (los samis), o Sápmelaš (de la familia Sami).

En la actualidad es conveniente utilizar el término Sámis, pues lapón es considerado peyorativo. Las instituciones y medios de comunicación usan la palabra Sámi.



· · Enlaces sobre los Sami · ·



· · Blogs sobre los Sami · ·

  • Los sami, vivir en la tundra; en El Sueño del Cartógrafo.
  • Samis don’t want to be ‘Lapps’, en inglés, sobre el término peyorativo «lapón», en New Nation
  • Chez nos amis les Samis, en francés, en De Bruxelles à Tromso.
  • Post sobre los samis en el blog de Marcelo Torres.
  • Where Do The Finns Come From?, analiza la procedencia de los finlandeses en u5a1a, en inglés.
  • RutaViajes da consejos sobre qué hacer en la Laponia noruega.
  • Comentarios en Meneame a una fascinante serie de fotografías del siglo XIX de Noruega.
  • Crónicas desde Hetta, Finlandia, del Blog de Guillermo.


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Finlandia supera los cinco millones de habitantes. No es un número grande, pero debe tenerse en cuenta la situación geográfica del país, muy al norte. Teniendo en cuenta ese dato, esos millones de finlandeses conforman el 35% de toda la población mundial al norte del paralelo 60.

Con un territorio de 338.145 km2, la densidad media de Finlandia es de 17 habitantes por km2 (la densidad media de España es 88,59 hab/km2).

Dos terceras partes de los finlandeses (67%) viven en Helsinki (más de un millón de habitantes, 134 hab/km2), o en otros grandes núcleos urbanos –Espoo (221.000), Tampere (199.000), Vantaa (182.000), Turku (174.000) y Oulu (124.000)-. Las regiones más septentrionales están prácticamente deshabitadas (en Laponia tienen 2 hab/km2).

En los años cincuenta se produjo una gran migración, con 400.000 personas que llegaron de la Carelia, ocupada por los soviéticos. En la actualidad, su población es bastante estable. Su tasa de crecimiento es ligeramente superior a la media europea, aunque la Unesco ha advertido a las autoridades finlandesas que su población está envejeciendo muy rápidamente.

Los suecos forman el 5,5 % de la población de Finlandia: se ha asentado en las costas occidentales y en las islas de Aland. Por su parte, el cinco por ciento de los finlandeses han emigrado al extranjero, sobre todo a Suecia.

El 93,9% de la población habla el finés, siendo la lengua oficial de Finlandia, junto al sueco. Los finlandeses son protestantes, religión de casi el 90% de la población.

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Sauna finlandesaHay que ser una persona de una pasta especial para aceptar, por propia voluntad, desnudarte y entrar a una cabaña de madera con otras personas, donde la temperatura puede alcanzar los 100º, con el único objetivo de sudar hasta no poder más; y con el único alivio posible de correr hasta un lago cercano a enfriarte con un chapuzón en el agua helada. Hay que ser finlandés. O aceptar ese rito como algo maravilloso que reactivará la circulación sanguínea de nuestro cuerpo y unirte a los finlandeses para practicar esta milenaria tradición escandinava.

Sauna es una palabra finlandesa adaptada a todos los idiomas del mundo. La sauna en Finlandia es una tradición tan arraigada que el país tiene en total casi 2 millones de saunas –la población de Finlandia es de 5 millones de habitantes: una sauna por cada tres habitantes–. Finlandia es el único país donde existen más saunas que coches. Pero la trascendencia de ese rito ha saltado fronteras y, hoy día, podemos acudir a una sauna finlandesa (sauna seca) en cualquier lugar del globo.

La sauna seca, con temperaturas entre los 80º y 100ºC y una humedad mínima, nunca superior al 20%, se la conoce como sauna finlandesa o simplemente sauna. La sauna húmeda, donde la temperatura no supera los 70ºC y la humedad relativa es muy alta, es conocida como baño turco.

La sauna tiene como finalidad activar la circulación de la sangre. Para lograrlo, se expone al cuerpo a una variación de temperatura, alterando calor y frío. Primero, un calor que puede alcanzar 80º o 100º C hasta llegar a la transpiración. A continuación, el agua que se echa sobre las piedras calientes produce aún más calor. Para enfriarse rápidamente se mete uno en un lago o en el mar, o se toma una ducha fría.

La sauna tradicional se construye siempre en madera, con una estufa en su interior –con o sin chimenea–. La calidad de la estufa es esencial. Existen estufas eléctricas, calentadas por leña o saunas especiales de humo. Con un cazo –kauhu en finés–, se vierte agua sobre unas piedras, que por contraste térmico producirán vapor –löyly–, que contribuye a la sudación al aumentar la sensación de calor. Se utiliza en algunas ocasiones un haz de ramas de abedul –vihta– con el que azotarse ligeramente tras remojarlo en agua, con el fin de mejorar la circulación sanguínea.

Antes de que las saunas se convirtieran en una instalación común en las viviendas, muchas personas su sauna semanal en saunas públicas. La Sauna de Rajaportti en Tampere es la sauna municipal pública más antigua de Finlandia todavía en funcionamiento. La sauna pública más grande del mundo se encuentra en la Colina de Puijo, en Kuopio, cerca del hotel Rauhalahti. Tiene capacidad para 60 personas, mixta, y es una savusauna (sauna de humo).

¿Cómo se toma una sauna?

  • A la sauna se acude sin prisas: precisamente buscamos allí relajación, no stress.
  • Debes ducharte antes de entrar.
  • Utiliza una toalla para sentarte: es más higiénico y te ayuda a no quemarte.
  • Regula la temperatura. Se aconseja un intervalo entre 80º y 100º, pero puede bastarte con 70º. Más de cien no es aconsejable –ni agradable–.
  • Vierte agua sobre las piedras para aumentar la humedad y favorecer la transpiración.
  • Puedes utilizar el vihta para abrir los poros –más limpieza– y mejorar la circulación.
  • Tras un rato en el interior –nunca más de 40 min– sal y refréscate con agua fría: en la ducha o nadando en un lago. Atención a los problemas de corazón!
  • Vuelve al interior de la cabaña para seguir sudando. Repite la operación tantas veces quieras –no necesitas exagerar si no te apetece, dos o tres veces está bien–. Termina siempre con una ducha con jabón.
  • Cuando dejes de transpirar, puedes vestirte. Ha acabado el ritual.
  • Al salir de la sauna, bebe para rehidratarte. Los finlandeses prefieren cerveza, elige tú tu bebida.


Para los extranjeros, la costumbre de ir a la sauna desnudo puede verse con algún matiz sexual, que en ningún caso existe para los finlandeses. Es más, las saunas públicas no suelen ser mixtas; y si lo son, se proporciona una toalla para cubrirse. Pero aunque se compartiera la sauna entre hombres y mujeres y apareciera la desnudez –lo que sucede en varias ocasiones–, los finlandeses no encuentran en esto más que un acto completamente natural, sin buscar más lecturas. Incluso en algunas saunas de hotel, aún se conserva la tradición de una mujer que ayuda a los clientes en la higiene personal antes de entrar a la sauna. Repetimos: no hay en la sauna matiz sexual alguno. ¿Claro? Bien, pues a disfrutar de vuestra sauna en Finlandia. Una experiencia muy gratificante que recordareis toda vuestra vida.

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